miércoles, 21 de octubre de 2009

FATIH AKIN HABLA DE…LA BUENA COMIDA Y EL KUNG FU

En la “Taverna” se comía la típica comida supuestamente griega, como calamares fritos, brochetas de pescado, chuletas de cordero, etcétera. Pero un día, Adam y yo fuimos al Festival de Tesalónica y comimos auténtica comida griega casera. Nos encantó. Cambiamos radicalmente de idea acerca de la comida griega y los dos queríamos más. Adam le preguntó a su madre si estaría dispuesta a cocinar en la “Taverna”. El restaurante nunca había servido algo tan bueno, pero nadie lo quería. La gente seguía pidiendo patatas fritas, pescado insípido y asquerosos calamares fritos.

En SOUL KITCHEN pasa lo mismo. La buena comida aleja a los clientes habituales. Shayn, el cocinero de la película, dice: “Puedo preparar cuatro platos por el mismo dinero”. Los habituales no se van porque sea más caro, se van porque es diferente. Pero algunos acaban por volver y descubren que les gusta la comida. Siempre es así, hay que empujar a la gente.

Nos inspiramos en las clásicas películas de kung fu. De ahí el montaje de la escena en que Shayn, interpretado por Birol Ünel, revela los secretos a su alumno Zinos: cocinar, cortar, presentar… Es como una película de Rocky: un montaje muy rápido con Rocky corriendo, lanzando puñetazos al aire, practicando con la bolsa de arena. O como las películas de Jackie Chan: siempre hay un maestro que enseña las técnicas al alumno; la serpiente, la grulla, el gran y pequeño dragón. Cuando el alumno lo sabe todo, el maestro se muere o se va.

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